Suele
haber en el mundillo este de los drones un pequeño (o gran) problema:
su transportabilidad. A menudo, los diseños más avanzados y de grandes
prestaciones requieren de un gran espacio para llevarlos al destino en
el que el operador desea realizar el vuelo. La solución que ha propuesto
el gigante chino de este sector, DJI, es a priori muy portátil y capaz de guardarlos en una pequeña mochila.
El Mavic Pro, presentado este martes por la firma china en respuesta a la llegada del primer drone de Gopro, es minúsculo cuando se pliega. De un tamaño de una botella de agua, el operador puede llevarlo fácilmente hasta el destino, sin sacrificar prácticamente en nada de sus prestaciones, con alguna salvedad, eso sí. Esta nueva aeronave, que puede sostenerse fácilmente con una sola mano, viene equipada con una cámara capaz de grabar en calidad de imagen 4K y un sistema de navegación visual y realización de «streaming» con un alcance de hasta 7 kilómetros de distancia. El tiempo de vuelo, no obstante, se sitúa en los 27 minutos con una sola carga, que aunque puede considerarse escaso, se trata una gran autonomía comparado con otros modelos del sector, como Karma, fabricado por la firma de cámaras de acción GoPro.
Este nuevo drone incluye un estabilizador en tres ejes para tomar fotografías y vídeo sin temblores. La cámara integrada, de 12 megapíxeles y con sistema de enfoque automático, puede girar 90 grados hasta llegar a modo retrato para capturar incluso «selfies» y vídeo verticales y, uno de los logros, grabar a calidad de imagen 4K a 30 fotogramas por segundo o en FullHD (1.080 p) a 96 fotogramas por segundo.
Diseñado con cuatro hélices, el drone puede desplegarse en solo 5 segundos. Todo un logro, que permite en menos de un minuto una persona se asiente en el lugar escogido para la realización de la tarea en cuestión y ponerlo a volar. Mavic Pro cuenta con un sistema de posicionamiento y navegación GPS que envía la información a los 24 procesadores integrados. Una serie de sensores incluidos y cámaras de posición permiten al drone posicionarse, dirigir la ruta y navegar de manera autónoma incluso esquivando obstáculos en diversos entornos (con o sin sistema de señal de satélite) a velocidades de hasta 36 km/h.
Se puede controlar a través de un potente control remoto de largo alcance o simplemente a través del «smartphone», aunque está opción, en efecto, solo está diseñada para su manejo a corto alcance. No obstante, se puede cambiar al denominado modo sport para alcanzar velocidades de hasta 64.8 km/h. Por regla general, vuela de forma fluida y se mantiene estable en vientos de hasta 38.5 km/h usa un sistema de geoperimetraje para identificar áreas restringidas, impidiendo automáticamente el vuelo en lugares que puedan causar problemas de seguridad y ayudando a los pilotos a tomar decisiones inteligentes acerca de cuándo y dónde volar. El Mavic Pro está configurado para volver de manera automática a su lugar de despegue si en algún momento se pierde el contacto con el control remoto o alcanza un nivel de batería demasiado bajo. Estará disponible por 750 dólares.
El Mavic Pro, presentado este martes por la firma china en respuesta a la llegada del primer drone de Gopro, es minúsculo cuando se pliega. De un tamaño de una botella de agua, el operador puede llevarlo fácilmente hasta el destino, sin sacrificar prácticamente en nada de sus prestaciones, con alguna salvedad, eso sí. Esta nueva aeronave, que puede sostenerse fácilmente con una sola mano, viene equipada con una cámara capaz de grabar en calidad de imagen 4K y un sistema de navegación visual y realización de «streaming» con un alcance de hasta 7 kilómetros de distancia. El tiempo de vuelo, no obstante, se sitúa en los 27 minutos con una sola carga, que aunque puede considerarse escaso, se trata una gran autonomía comparado con otros modelos del sector, como Karma, fabricado por la firma de cámaras de acción GoPro.
Este nuevo drone incluye un estabilizador en tres ejes para tomar fotografías y vídeo sin temblores. La cámara integrada, de 12 megapíxeles y con sistema de enfoque automático, puede girar 90 grados hasta llegar a modo retrato para capturar incluso «selfies» y vídeo verticales y, uno de los logros, grabar a calidad de imagen 4K a 30 fotogramas por segundo o en FullHD (1.080 p) a 96 fotogramas por segundo.
Diseñado con cuatro hélices, el drone puede desplegarse en solo 5 segundos. Todo un logro, que permite en menos de un minuto una persona se asiente en el lugar escogido para la realización de la tarea en cuestión y ponerlo a volar. Mavic Pro cuenta con un sistema de posicionamiento y navegación GPS que envía la información a los 24 procesadores integrados. Una serie de sensores incluidos y cámaras de posición permiten al drone posicionarse, dirigir la ruta y navegar de manera autónoma incluso esquivando obstáculos en diversos entornos (con o sin sistema de señal de satélite) a velocidades de hasta 36 km/h.
Se puede controlar a través de un potente control remoto de largo alcance o simplemente a través del «smartphone», aunque está opción, en efecto, solo está diseñada para su manejo a corto alcance. No obstante, se puede cambiar al denominado modo sport para alcanzar velocidades de hasta 64.8 km/h. Por regla general, vuela de forma fluida y se mantiene estable en vientos de hasta 38.5 km/h usa un sistema de geoperimetraje para identificar áreas restringidas, impidiendo automáticamente el vuelo en lugares que puedan causar problemas de seguridad y ayudando a los pilotos a tomar decisiones inteligentes acerca de cuándo y dónde volar. El Mavic Pro está configurado para volver de manera automática a su lugar de despegue si en algún momento se pierde el contacto con el control remoto o alcanza un nivel de batería demasiado bajo. Estará disponible por 750 dólares.